Buenas!
Mi nombre es Francisco Figari, nací en el 95 y desde entonces vivo en Buenos Aires.
De chiquito me divertía trepándome al jacarandá del jardín.
el jacarandá nos llenaba de flores cada año

También me distraía con esas cosas maravillosas que son la computadora y la internet y así de a poco fui aprendiendo a programar. A fines de 2022 me licencié de computador científico en FCEyN, UBA. Ahora trabajo en BruBank como desarrollador backend, aunque también hice frontend y cositas de R&D (por ahí tengo linkedin, cv and resume).

Disfruto editar texto en vim, diseñar sistemas alrededor de la programación y pensar abstractamente sobre lenguajes. Soy fan de comer ravioles provenientes de la casa de pastas más cercana. Más que piernas tengo bici, así que siempre me alegro de darme una vuelta.

Si querés ponerte en contacto podés escribirme por telegram (@ffigari). También podés chusmear mi github o mi ig.


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I don't know exactly what a prayer is.
I do know how to pay attention, how to fall down
into the grass, how to kneel down in the grass,
how to be idle and blessed, how to stroll through the fields,
which is what I have been doing all day.
Tell me, what else should I have done?
Doesn't everything die at last, and too soon?
Tell me, what is it you plan to do
with your one wild and precious life?

-- extracto de The Summer Day de Mary Oliver


Querido Fran de diciembre 2024,
 Ayer hiciste los 108 saludos al sol y aprendiste que todo puede soltarse pero que siempre algo más aparecerá. Hoy compartiste un día de silencio con gente amorosa, donde sentiste familieras sensaciones que andaban lejos olvidadas. Cada día viene siendo una construcción iterativa incremental de la apreciación de lo divino pero tmb de amigarse con el barro.
 Ojalá el 2024 haya sido otro año continuando el camino del yogui. Ojalá hayan tmb comenzado a florecer todas las semillas que plantaste a lo largo de este año.

-- Fran de diciembre del 2023

entre medio miramos el campo a lo lejos


XXVII: El guerrero reafirma los lazos
Cortar cadenas y reafirmar lazos. Eso es.
Liberarse de lo inútil y echar raíces para crecer. Eso es.
En tu vida te has ido alejando poco a poco de lo importante. De lo que para ti es importante. Y eso no es bueno. Que nunca estés tan ocupado como para que ello ocurra. De ser así vagarás errante por mundos desconocidos.
Visita a tus bienamados padres. Están viejitos y necesitan de ti. Abrázalos, bésalos, exprésales todo el amor que les tienes. Que no quede ninguna duda de que son lo más importante para ti. Puedes volver a tu lugar de nacimiento, a tu casa de infancia. Buscar aquellos con los que jugaste. Pedirle a tu madre que te prepare se postre que comías con avidez cuando tenías siete años. O buscar a tus antepasados Guerreros. Visitar su tumba, llevarles algo tuyo en ofrenda. Releer sus escritos, encenderles una vara de incienso o sentarte a meditar junto a ellos.
Desanda tus pasos y vuelve a la raíz. Honra a tu bienamado Maestro. Busca también al hermano. Abrázalo como años atrás, luego de una gran batalla.
Vuelve a casa con tu cuerpo y tu espíritu. Espera a tu compañera, que pronto llegará con los brazos siempre dispuesto a estrecharte. Tal vez tiernamente, mírala a los ojos como cuando caminaban juntos por primera vez.
Desanda tus pasos y vuelve a tu raíz. Vuelve a ti mismo. Vuelve a tu vida. Es tiempo ya.

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